Derribo muros de sonido
esta noche
Mi voz reluce
aún ténue,
dividida entre dos.
La propia sala sucumbe al silencio
y los pies
-mis pies-
apuntan al techo.
Ya no sueño,
escucho al genio,
que habla demasiadas veces
de verdades y periódicos.
Ya no hay sirenas,
y escribo a oscuras
para que las palabras
me sorprendan
al
amanecer.
lunes, 2 de julio de 2007
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8 comentarios:
bonic...
molt pero qe molt bonic. Pero no te hagas ilusiones no dejaré, bandido, que te duermas en mi hombro...
Eso no me lo dices con 2 botellas de vino entre pecho y espalda, tontorrón.
Uix, que ambiguos sois, los poetas.
Quiero hacer cosas ya!!
me encanta ese final
de rien!
Tío, estás cerrando muy bien los poemas. Al hueso. Hachazo y ver estrellas.
Horacio dijo que "en el amor no basta con el asedio, hay que tomar plaza". Vale para el amor a la escritura. Vale para tu persistente, furiosa, noctivaga travesía. Vale para tu descenso al tuétano de la vida, al rojo hierro forjado entre la niebla.
Gari, antes de que se levante el día, ¿sabremos por dónde caen los sueños, sabremos en que red de triple malla los silencios se sacrifican para la gran araña?
Shhhe,
ví parpadear
en
la penumbra
una uña.
Tu palabra que abre en la oquedad una veta solaz.
Tu Víktor
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