domingo, 7 de octubre de 2007

Octubre es esto: escritura automática.

Esta música acabará conmigo. Cada tecla de ese piano es una niña perdida, un parpadeo en la dirección equivocada, en esta dirección. Podemos hablar de las apuestas inútiles, de por qué sigo bebiendo si ya no puedo pensar con claridad o de quien no merece a quién. Pero tengo la mente en otro lado mientras una mujer canta algo en portugués sobre el mar y yo no puedo más que enmudecer. Justo después Ben Western habla acerca del cielo y a mí se me antoja inútil todo ese optimismo. No me apetece mover ficha. Inconscientemente le pego una patada a la escalera y ahora ya no puedo bajar de aquí. Las voces se apresuran en acudir al asedio, descalzas y a un ritmo de días nublados. Esta vez son bienvenidas y me invitan a un cigarro, que casi me apetece. En cierto modo tengo mejores excusas para beber que tú, pienso, pero enseguida me doy cuenta que no es cierto. La voz habla de Londres ¿Una vez estuviste allí, verdad? Creo que te enamoraste allí. Qué más da, hace mucho tiempo de aquello. Todos miramos al suelo en los aeropuertos. Aún no me he ido. Ya sabes, todo eso. Echo mucho de menos Dublín. Quisiera saber quien es el cabrón que está tocando el contrabajo en este momento y al imaginar que igual se trata de un hombre infeliz alivio mi envidia. El cabrón soy yo, desde luego. Seguidamente suena un saxofonista que murió a los 26 años y en mi cabeza aparece una lista de jóvenes suicidas que admiro. Recuerdo bromear sobre el seconal, fue hace poco tiempo y seguro que ella también lo recuerda, aunque no le haga ni puta gracia. Me abrazaba fuerte cuando se lo comentaba, enfadada y asustada al mismo tiempo. No te hagas el duro, me chilla Miles, con él no se discute. Me pregunto cuántas veces despegó los labios malgastados de la trompeta para emborracharse en uno de esos clubs europeos pensando en Juliette Gréco. Qué miserable te sentirías cada noche que tocabas en la sala Pleyel de Paris, donde os presentaron, al ver que ella ya no acudía a verte tocar. Así que no me toques los huevos, querido. Pero volvamos a esta habitación. Te hablaba antes, por cierto, de apuestas inútiles en clave de metáfora. Ya sabes: poesía. Pero pretendo ahora hacer acopio de sinceridad, sinceridad que achaco al Jack Daniel’s que me guardé en casa y que no me sabe a nada. Animarte a buscar otros objetivos a sabiendas del naufragio y todas esas cosas que una vez escuché en una canción de Silvio. Dijiste que te gustaban sus canciones. Quizá fue otra persona, qué importa. Está entrando frío por la ventana y tengo frío, tanto que se me antoja una despedida con abrazos pero no tengo ni siquiera una camisa limpia a mano para cubrirme. Todo este desorden. Sería útil algo similar a una prueba de embarazo, un cacharro que con solo enseñar tu foto pueda decirme si es que estoy perdiendo el tiempo o hay algo más. Ahora que lo pienso, no tengo ninguna y me parece ver un gato morado como el de Alicia sonriendo con ironía, pero esto no es el país de las maravillas. Si tan solo. Pero no me hace falta. Vuelven a la carga las teclas frías de un piano. No voy a poder dormir y el reloj del ordenador marca casi las tres de la mañana mientras un músico con una vida de fracasado me habla de la medianoche. No trato de ser irónico. Tampoco quiero que salga el sol, ni me apetece nada levantarme para ver a Luís. Vino a Valencia hace poco, tal y como yo le recomendé, pero sin avisar. Su presencia aquí ahora se me hace egoístamente incómoda, pero en el teléfono sonaba suplicante y triste -como siempre- así que me hizo sentir culpable. El muy capullo. Es un tango andante, este tipo. Tengo un hambre atroz y en la nevera hay poco aparte de un poco de arroz así que vuelvo sigiloso al pequeño cuarto con un pepino y un poco de sal. Si supieras lo terriblemente ridículo que me siento ahora mismo, dando mordiscos al pepino, pensando en qué piensas tú, tiritando de frío con la ventana abierta, borracho y escuchando una emisora de música que me deprime. El locutor confiesa que no le gusta la canción de Chiara Civello que acaba de poner, pero a mi me pone la piel de gallina. Al parecer no sé de jazz y me emociono con tonterías. Como tú.

Cucaracha totalmente homicida (nohagaisestoencasa,chicos)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gustósamente te daría un abrazo para calentarte. O más bien, para dejarme calentar.

A mí tb me gustan las canciones de Silvio. Y también me emociono con tonterías. Como tú.

Luciérnaga dijo...

PEPE Y GARI, ESPERAMOS VUESTRA TOTAL COLABORACIÓN!!! (POR RADIO TB!jejeje!!)

AL DUEÑO DEL BLOG: POR FAVOR, SI ESTÁS DE ACUERDO PUBLICA ESTO COMO ENTRADA.
Nació como una iniciativa poética pero pasó de boca en boca convirtiéndose en una ACCIÓN ARTÍSTICA.
¿El objetivo? Demostrar que EL ARTE VIVE, en todas partes, a todas horas, con apoyos económicos y sin ellos, que en este siglo LA SENSIBILIDAD TIENE VOZ y pretende ser también ARMA.
Desde hace un tiempo internet está moviendo a grandes poetas, fotógrafos, músicos y demás, muchos de ellos reconocidos y premiados, muchos otros anónimos.
El Arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es lo que hace que el humano sea Humano.
Se ha establecido que el día 30 de Noviembre vamos a concentrarnos en distintas ciudades de España, para poner al alcance de todo el mundo, de una manera gratuita el arte canónico y periférico.
Cada ciudad establecerá el lugar y la hora exacta a través de los comentarios que iréis dejando en www.arteenlascalles.blogspot.com y cuando esté todo claro lo difundiremos de una manera oficial a través de radio, tv y periódicos.
Pero hay algo muy importante. ESTO NO PUEDE FUNCIONAR SIN TU AYUDA. Como artista, o como público, tienes que manifestar tu apoyo, mover tu ficha.
Por favor, entra, y comenta: www.arteenlascalles.blogspot.com

Anónimo dijo...

M'agrada la teua escriptura automàtica... dóna gust llegir-la.

Espere que vaja tot bé!

(per cert encara no se el teu num ¬¬)

anaisss

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Leo y no pienso. Me lleva esa (des)calabrada caligrafía sin parón desde la que nos instas a abrir los ojos en la noches y ver lo no visto.

Sigo por aquí,
en relectura.
Soy lento.

Tu Viktor

Cucaracha homicida dijo...

Gracias =)