miércoles, 18 de febrero de 2009

Relato Cifrado

Y en el más absoluto silencio
todo se acaba
sin risas, ni abucheos, ni cadalsos,
sin discurso final. Sin quererlo,
como quien despierta de un sueño,
se desvanece, se disipa sin pena ni gloria,
se acaba. Todo. Simplemente.
Así, sin valoracioens personales própias, en una esquina,
viendo pasar a conocidos silenciopsos que dijeron que conocerte
y que ya no dicen nada, porque claro, estás muerto.

Y, ¿qué permanece?
Nada. Nunca. El recuerpo es siempre una construcción del recordante.
Esto ha sido una manera más de tirar el tiempo,
como hacer puenting,
sacarse una carrera,
leerse un buen libro,
o enamorarse,
o correrse,
o frotarse las plantas de los pies en invierno...

Observa el cuerpo caído, muerto de viejo, en mitad de la pradera.
Así es como mueren los Leones.
Deborados por la hierba.

-Humberto Arenal-


Porque será que siempre me pasa lo mismo…

Empezar, siempre difícil siempre, extraño, y rara vez excitante del todo sino más bien insatisfactorio. Te preguntas porque haces lo que haces y sin embargo lo haces, te agobias y piensas que estas tirando el tiempo, porque seguramente ves el futuro y te imaginas como puede acabar todo, pero te consuela ese empirismo total que te dice que no te fíes de la experiencia, y que saltes desde un quinto piso porque al fin y al cabo nadie entiende exactamente la gravedad. Así que avanzas la cornisa, pasito a pasito, y cada vez se va estrechando más todo, eres consciente, tal sobre consciente de la altura y sabes que el batacazo esta ahí, pero tu confías en el bueno de David.

Entonces el sabor deja de ser ajeno, la notas disonantes, y su tic extraño deja de ser extraño. La rareza toma sentido y entonces la llamas particularidad, originalidad, novedad al fin y al cabo. Rebobinas la cinta y vuelves a escuchar la misma canción una y otra y otra vez, aprendiéndote la letra, descubriendo un extraño coro que la primera vez que escuchaste la canción no podías ni sospechar, descubriendo que no solo lleva almendras sino también avellanas ¡avellanas, joder! ¿A quien se le habrá ocurrido ponerle avellanas? ¿Estaba rezando? ¿A quien? Esto es lo mejor que podría haber pasado en este mes. Es más, esto es lo mejor que ha pasado desde el descubrimiento del fuego.

Es como si el sol brillase muchísimo mas fuerte, como si nunca hubiese brillado tanto, como si todo el mundo se saludase por los pasillos, cantase la misma canción, y os saludaseis con saludos secretos como si fuerais amigos de toda la vida. Y la vida es preciosa, y tiene sentido, y no te importa verla dos o 3 veces al día porque te encanta aunque luego le pongas mala cara.

Pronto, como todo lo bueno bello e importante de la vida se va desplazando de una dorada periferia a un muy relevante centro, y gana peso, y a ti te parece bien. Bueno miento, hay un momentos en los que te parece que va demasiado rápido, que todo se esta precipitando, y momentos en los que echarías a correr estirando del brazo hacia delante porque sabes bien lo que hay que hacer, y momentos en los que el tiempo no pasa y te alegras, porque enfrías la cabeza y vuelves a ser consciente de que anda es eterno, y que se trata exactamente de eso, del segundo en el que pensaste “me acordaré de este segundo”.

Y cada vez más tiempo juntos, y mejor, y si, desde luego, pasas buenos y malos momentos, discusiones, largas y pesadas como las sesiones parlamentarias de una democracia representativa con lideres vacíos de discurso, noches en las que no puedes dormir porque escuchas un montón de mierdas que ya te has escuchado, pero que sigues escuchándolas porque sabes que es importante que lo estés escuchando. Y ¿por qué? Pues porque la has cagado, has metido la pata hasta el fondo, te has dejado llevar por el sentimentalismo, y las mariposillas del estomago, y los rayos de sol. Te has enamorado.

Quieres creer que de algún modo es para siempre por supuesto, y entonces le guiñas un ojo a David y dices, si joder esta vez es diferente, se trata de esa canción, de ese grupo, del grupo, de la forma, del gesto, del sabor… pero que va. Vas por mitad de la circunferencia.

Y una vez te das cuenta de que este enamorado se te pone cara de novio, te pones serio, empiezas a pensar en el futuro, a racionalizar los sentimientos, a trabajar por una relación, mucho o poco, francamente, trabajas todo aquello que estas dispuesto a trabajar. Te peinas bien para conocer a sus padres, te levantas pronto, te haces el simpático con sus colegas… te esfuerzas y dedicas tiempo, y eres consciente de que podrías estar en tu casa viendo una buena peli. Mentira, serás consciente más tarde, aún no.

Finalmente, un fin semana arrancáis el coche y os largáis en un fin de semana romántico, y todo sale perfecto, desde principio hasta el final, sin olvidar ningún detalle. Y colocarías ese fin de semana en esa teórica lista de los 10 mejores discos de la historia de la música Underground. La foto de los dos inundando las calles sale en las portadas de todos los periódicos del mundo. En tu foro interno, ahora si, algo te dice, que ahora es cuando la pelota baja, ese punto que en el instituto llamabas a las parábolas el punto de inflexión. Los sabes y no lo reconoces y entonces te dices que esto solo es el principio de algo muchísimo mejor que esta todavía por venir.

Termina el fin de semana, te deja en casa con el coche y te planta un beso de esos que saben medio tristes y se va, y estas tan cansado que esa noche no estas para nadie, y no coges llamadas de nadie, duermes de un tirón 12 horas. Cae el telón para el descanso como en una obra de teatro.

Se alza el telón y el decorado ha cambiado, y de momento no pinta extraño, diferente sin duda pero no extraño. Porque aquí es cuando se convence que los grupos son buenos, y que las relaciones funcionan, cuando llegan los problemas. Problemas por aquí, y problemas por allá, de cualquier tipo, ya sabes, de celos, “a donde va todo esto”, de confianza, de rumores, de inexperiencia también… de proyectos en común que descubres que al final solo son propios. Pero lo duro de verdad llegan los problemas externos, esos que no están en tu mano, esos que lo único que puedes hacer es abrir el paraguas y esperar. Y la lluvia no para ni un maldito segundo, y no hay suficiente espacio para los dos en el paraguas. Te constipas por tercera vez en este año, y aguantas el tipo porque no eres esa clase de gilipollas que se larga en cuanto empiezan los problemas, claro que no.

Pero no somos mas que rocas kársticas en un mundo de lluvias y viento, y si a la fuerza no entra, entonces se nos cuela entre los poros, porque así es el agua, parece que actúe a su antojo, y se queda ahí, y parece que no molesta, que no era para tanto, pero en cuanto llega lo mas crudo del invierno se congela y ¡zas! Resquebraja. Fracturas, toses, mocos, desilusión, pero fidelidad. Confianza y fidelidad. Y si embargo sensación, de ausencia, de frío, de que parece que hay mucha menos gente por las calles, de que el mundo importa ahora mucho menos, y cada vez menos.

La lluvia acaba, y llega ese momento del invierno en el que hace sol pero hace frío. Es eso exactamente frío. Ya empiezas a notar como has ido quemando el CD tema tras tema, canción tras canción, de que te lo sabes de memoria, y al final… joder al final no es más que un CD. Tú lo sabes, y ya lo habían insinuado antes por ahí, hace ya tiempo y no querías oírlo, porque seguías estando muy enamorado. Y ya no por cierto, ahora de lo que se trata es de cariño. Cariño, y costumbre… No hace falta que os dragáis nada la ultima vez que os veis, está todo claro. Se va y tú no te quedas mucho rato, y el hall de la faculta parece ahora mucho más grande que nunca, y mucho más vacío.
Caminando para casa estas de mala ostia. O sí, siempre me pasa lo mismo, pero bueno, que me quiten lo bailao, y te lames las heridas con la lengua más rasposa de tu vida que recuerdes. Que me quiten lo bailao…. Será posible. Pues ya ves. Pues vaya baile. Nunca fuiste un buen bailarín. Eso lo dirás porque nunca me has visto salir de la ducha en verano.

Pasarás varias fases, justificación, odio, perdón, y completo escepticismo. Nunca me volveré a enamorar. La música esta perdida, en manos de revistas como la Mondo Sonoro y de grupillos de mierda a los que la gente se adhiere quien sabe por que. El último disco de los Artic Monkeys fue una basura, ¿nadie se ha dado cuenta?, es más, todo esta basura Indie-rock hace ya mucho tiempo que se fue al garete, ¿por qué quieren seguir con lo mismo cuando ya no funciona? Ya no creo en el arte.

Y entonces una belleza pasa, con las piernas exactamente como a ti te gustan. Y entonces piensas “Me la suda que estés tan buena. Me da igual”. Pero no, no te da igual, sino todo lo contrario.


Dedicado a todos aquellos que lucharon por la educación publica en el curso 2008-2009. Salud compañeros.

14 comentarios:

BGF dijo...

Perfecto (forma y contenido, claro).

Humo Velado dijo...

...

No lloré cuando todos dijisteis que habia que desmontar el campamento. No lloré cuando yo misma dije que habia que desmontar el campamento. No lloré cuando desmontamos el campamento.

Y sin embargo ahora estoy llorando. Soy una patética niñata de pueblo llorando a la una de la mañana en mi pueblo.

Me vas a decir que no tiene nada que ver con lo de ayer? que no busque paralelismos entre tus escritos y la realidad? pues hoy solo puedo ver que hablas de estos cuatro meses...

joder!

Cucaracha homicida dijo...

Wtf!?

el que aplaude dijo...

a menudo pienso en cuanto tardó werther en morir tras su chapuza de disparo.

Anónimo dijo...

y esto???

Anónimo dijo...

Bueno...

Agradecido y sorprendido Berti por tu comentario. Francamente, me alegro mucho de que te guste.

El extraño comentario de mi compañero Homicida, coincide con el enmascarado, quiero creer...

Muy agradecido de todos los comentarios positivos. Y bueno... creo que si doy respuesta a alguna de las preguntas planteadas joderia lo que gracia me hace de todo el relato.

Pero bueno Ana, que me alegro especialmente de que estuvieses llorando.

blackholesinmymind dijo...

Los artic monkeys hicieron alguna vez buena música?

Cucaracha homicida dijo...

Sí, ¿no?

BGF dijo...

Es de lo que más me ha encantado de por aquí, asín que...

Mitrofán y la burbuja inmobiliaria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mitrofán y la burbuja inmobiliaria dijo...

Emm, me he eliminado a mi mismo un comentario??

Bueno, Pepe, que todo tiempo pasado fue anterior ;)

Muy bueno el relato, piensa que la mujer de la que nos enamoramos todos, por lo menos... no era una rubia tonta, con perdón de las rubias

Humo Velado dijo...

te he robado

dije que lo haria!

ciao!

Anónimo dijo...

si lo matas es que está muerto?

sino serías un asesino

Anónimo dijo...

Tu amante está moribunda y tú ya le empiezas a hechar tierra encima?
Una postura fácil la del derrotismo.